ISSSTE de Peña Nieto elevó gasto en viáticos y hasta ropa deportiva mientras iban a la quiebra

 

La salud financiera del ISSSTE empeoró en el sexenio pasado y este año, no tendrá remisión. Su déficit obligará al Gobierno federal a inyectarle dinero adicional para evitar el colapso de su operación; sólo que además de paliativos, el Instituto requiere medicinas que lo alivien de la ineficiencia y corrupción en sus entrañas.

Entre 2012 y 2017, los gastos (+12%) y pasivos (+42%) del ISSSTE aumentaron al doble que sus ingresos (+6.4%) y activos (+21%). Sin embargo, mientras la salud financiera del Instituto recayó, las adjudicaciones directas (45% de los casos) y los gastos dispensables (por un total de 39.2 mmdp) no cejaron.

Según las cifras oficiales más recientes, las finanzas del ISSSTE tuvieron dos características principales. Una, tener números rojos que pudieron ser parcheados con subsidios y transferencias federales; y dos, un creciente número de gastos hasta cierto punto ociosos, pero irresponsables en un contexto fiscal deficitario.

El ISSSTE es un instituto “saqueado desde hace mucho tiempo”, dijo Pedro Mario Zenteno Santaella, director normativo de Administración y Finanzas de la dependencia federal. Entrevistado la semana pasada por Luis Cárdenas de MVS Noticias, Zenteno Santaellla reconoció lo que las cifras denuncian.

“Tenemos nosotros un presupuesto operativo de 80 mil millones de pesos. Sólo [del] Capítulo 1000 [de servicios personales] son 43 mil millones. Nos quedan 37 mil millones [y] de esos 37 mil, 19 mil millones son de pasivos que han dejado las administraciones pasadas. […] Necesitamos 22 mil millones [adicionales al presupuesto] para […] que el instituto no tenga problemas en su operación”, explicó el funcionario.

La situación por la que atraviesa el ISSSTE, de acuerdo con el directivo, se debe al imperante “desorden administrativo”, a la falta de planeación presupuestaria y de cumplimiento normativo, así como a la subsistencia de “usos y costumbres que han dañado a la institución”, como lo fue el “abuso” en la compra de algunos antibióticos, a precios hasta mil 200 por ciento por encima de su valor real.

Para sanar las finanzas del Instituto, la nueva administración deberá fortalecer los mecanismos de fiscalización y rendición de cuentas, “combatir de frente [a] la corrupción y establecer criterios de austeridad”, se lee en un proyecto de iniciativa del Senador Ricardo Monreal Ávila.

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