El luminoso y guindo futuro de Tamaulipas

A un año y medio de que MORENA defina sus candidatos, en Tamaulipas, la disputa por la candidatura a las senadurías de la entidad -sobre todo por quién, encabezará la fórmula-, está muy cerrada. Sobre todo, porque el escenario nacional se replanteó, con la postura evidentemente negociadora de uno de los precandidatos presidenciales: Ricardo Monreal Ávila.
Cuando José Ramón Gómez Leal, iba solo y su alma, rumbo a una candidatura sin objeciones, la bandera blanca del zacatecano, sumó a los aspirantes al senado en la región, a Rodolfo González Valderrama.
Y más se consolidó esa opción, porque milita en dos áreas fundamentales en la política central: el monrealismo y el núcleo de actores que promueve en su deseo presidencial a Adán Augusto López.
Más claro: el capital político de González Valderrama -aparte de haber actuado con institucionalidad, en la justa interna que ganó Américo Villarreal Anaya, convirtiéndose en candidato a la gubernatura- se potenció regresándolo de nueva cuenta el escenario político tamaulipeco.
Los contendientes que puntean por la senaduría, serían JR y Rodolfo.
En un distante tercer sitio, está un Héctor Garza González que se auto-limitó al ejercer como operador-golpeador de la facción de los Makyiavélicos. En plena gira del presidente, Andrés Manuel López Obrador, hizo circular un video en donde -indirectamente, o más bien: sutilmente- culpa a la administración estatal guinda, de la violencia en la región sirviendo a su patrón -Makyito- e intentando llamar la atención del Ejecutivo federal de su condición de indigente político, en la cada día más compleja ciudad de Reynosa.
Después de esa tercia, no hay nada.
Obvio: habrá la morralla, que a todas va.
Esa costra podrida de la clase política morenista que, pretende candidaturas para subirse en las olas triunfadoras de AMLO y su partido. En esa circunstancia, están Carlos Cantú Rosas, Erasmo González, Olga Sosa, y otros de similar contextura.
En Tamaulipas, las senadurías serán los escaños con menores dificultades para triunfar. Esas poltronas del Poder legislativo, están muy vinculadas a la candidatura presidencial; es decir, por ósmosis llegan los beneficios de un electorado que la mayoría de las veces vota en chorro por presidente y senadores. (Ya los diputados federales, diputados locales y alcaldes, el ciudadano los reflexiona con mayor pulcritud toda vez que son poderes a los cuales ve y siente muy cercanos; a la par de ello, los intereses locales, ponen más énfasis en obtenerlos).
Es un hecho: MORENA se llevará los senadores de mayoría; las dos fórmulas.
De otra forma: vayan tutelando la fórmula o no, el candidato guindo, llegará a la Cámara alta.
Más claro: JR, Rodolfo y Garza González, aunque la ecuación de las candidaturas sea capitaneada por una dama, llegarían al senado.
Por mandatos de las leyes electorales, obligadamente irá una mujer de candidata.
No hay muchas, con prendas suficientemente limpias.
Lupita Covarrubias -a pesar de que su aporte al senado, han sido únicamente sus desmayos y sus dolencias-, Maky Ortiz -con todo y su fama de traidora-, Olga Sosa -a pesar de sus vínculos con el rey del guachicol-, Carmen Lilia Cantú Rosas -cuyo gobierno es un desastre y su oferta más pública, más importante es su palmito-, son el ramillete quienes, desde su hamaca, esperan cachar los beneficios de miles de feministas cuya lucha, ellas soslayan porque ignoran.
Es evidente: se requiere que el aspirante que va en punta de la fórmula tenga potencia suficiente para ganar sobradamente y remolcar a los candidatos que irán bajo su férula.
Sólo que, en MORENA, algunas veces el sentido político, es cubierto por el sonido de las monedas. Justo por tal eventualidad, no se puede descartar todo tipo de propuestas, aunque representen, darse un talachazo en el pie.
Luminoso futuro del lopezobradorismo en la región: sin partido -no se ve por ningún lado-, sin candidato -podría ser la más chatarra- y sin programa -la mayoría desconoce los principios, de esa organización política- podrían arrasar en la pelea electoral por las senadurías tamaulipecas.