LA COMUNA……………………………………..POR; JOSE ANGEL SOLORIO MARTINEZ

 

La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

El SNTE y las tácticas de Fernando Arizpe

Echar en los brazos de los detractores –o de los factores distanciados de la IV T en Tamaulipas– al dirigente de la Sección XXX del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), Arnulfo Rodríguez Treviño, no es una estrategia ni saludable ni sensata para la administración estatal y para la gobernabilidad del estado.
Si se quiere triunfar en toda guerra, se debe ponderar al adversario. Y sobre todo: hacer lo posible, por no agraviar a los amigos de tus enemigos –si eso pasa, se abre la posibilidad de coaliciones y bloques innecesarios–. Si no se ponen en práctica esos fundamentales principios, se enreda la pita en el teatro de la batalla y se está en la posibilidad de encontrar la derrota antes de iniciar hostilidades.
Se ve la aviesa mano de Fernando Arizpe García, en el avinagramiento de la relación de la administración estatal, con el magisterio tamaulipeco.
Se percibe, que es el veterinario, quien está poniendo el ritmo y las condiciones entre el gobierno de Américo Villarreal Anaya y los maestros; no ha superado la estruendosa derrota que recibió su candidato Abelardo Ibarra, por parte de Arnulfo. Arizpe, anunció con mucha anticipación la victoria –aplastante, aseguraba– de su protegido contra el profesor oriundo de Villagrán.
No fue así.
Se llevó a un callejón espinoso al Ejecutivo estatal.
El titular del gabinete a la sombra –FAG–, se ha pulido para obstaculizar un acercamiento entre gobernador y docentes.
Mal el cuento.
Esa cerrazón, ya ha generado un polo de enfadados con el representante de la IV en la entidad: puestos en la misma sintonía por las tácticas de Arizpe, cada día se hermana más la alianza entre la sección XXX y la Makyavélica Ortiz Domínguez, factor dominante en Reynosa.
¿Es de provecho, la tempranera coalición Maky-Arnulfo, para el régimen que encabeza AVA?
Eugenio Hernández Flores, conoció en carne propia, la equivocación de desdeñar a los profesores. Rodríguez Treviño, se lanzó por la libre como candidato a la senaduría y despedazó a quien hacia el papel de delfín del gobernador: el Güero Assad.
Casi 100 mil votos que obtuvo Arnulfo, abrieron el camino para que el PAN ganara el escaño y cambiara el rumbo del proyecto de Geño: tuvo que replantear y lanzar a Rodolfo Torre y ya sabemos lo que ocurrió.
No es fantasioso, presumir que con el escurrimiento del SNTE tamaulipeco hacia otro partido que no sea MORENA, podría obtener al menos, diez ayuntamientos de los 43 de la entidad.
Hasta el momento, el pacto que se madura entre Arnulfo y Ortiz Domínguez, pareciera no representar gran peligro para los resultados halagüeños que presumen los guindos para el 2024.
Es muy posible.
El asunto se complica, si el manchón de actores inconformes –o incómodos con la IV T– sigue creciendo en la geografía de la región.
Otro escenario: está dentro de la prospectiva local, la construcción de coaliciones micro-regionales de la Sección XXX, con el bloque PAN-PRI-PRD.
Eso sí sería desestabilizador. Nuevo Laredo, Altamira, Victoria, Díaz Ordaz, otros municipios de menor calado, fueron ganados por el lopezobradorismo con apenas algunos cientos de votos de diferencia en los escrutinios finales.
Aritmética simple.
Si saben sumar, hay que anotarlo: la resta de Arnulfo podría llevar al inicio de la restauración del PAN en la comarca el 2024.
¿Para qué buscarle ruido al chicharrón?

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