LA COMUNA……………………………………………..POR; JOSE ANGEL SOLORIO MARTINEZ

 

La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

La sobrina incómoda.

El caso de la diputada local tamaulipeca de MORENA, Úrsula Mújica, ha sido incorporada por el alto mando del lopezobradorismo en el estado –encabezado por el delegado del CEN del partido guinda, Ernesto Palacios– a la lista de perseguidos políticos de la administración estatal. Existen otros casos, que podrán encuadrar en esa actitud del panismo estatal; las acusaciones y el proceso abierto contra la legisladora tampiqueña, no están muy claros.
O mas bien: está muy claro, que incurrió en un quebrantamiento de la ley.
Los audios, existen.
El proveedor, existe.
La petición de dinero –explícita en los diálogos– está en manos de la Procuraduría.
La defensa de la parlamentaria, ha sido un lapidario: “no es mi voz”.
Patética idea para controlar los daños de esa grabación.
Un dato, echa abajo la actitud de la morenista: existen –ya no tan sofisticados aparatos– para identificar la voz de cualquier hombre o mujer sobre la tierra; los sonidos bucales, son como las huellas dactilares: no existen dos iguales; o al menos, no exactamente iguales.
¿Por qué se agarró de ese clavo hirviente la dama en mención?
Quizá, porque pensó que esas charlas y sus efectos, pasarían pronto y su alma descansaría con el olvido tanto ciudadano como oficial.
Se equivocó.
La maquinaria de la Justicia, ya fue puesta en marcha contra ella.
La inexperiencia –política– ha sido su principal enemiga.
Fue una inexperta, al pedir dinero dejando parlamentos grabados; fue una ingenua, pensando que el apellido la blindaría contra cualquier eventualidad; fue una cándida, al pensar que en un escenario de contienda –feroz contienda electoral–, se utilizan bombones como munición; fue una desvergonzada, al hablar de cifras ante un empresario cuyo centro de motivación es el dinero, no el agradecimiento y mucho menos la moral.
Aunque no lo quieran reconocer ella y su partido, es ya un lastre para el lopezobradorismo en Tamaulipas.
Si tuviera gallardía, haría lo que AMLO en aquellos memorables días del desafuero: ponerse en manos de la Justicia. Al parecer, sólo utiliza a su pariente para escalar empleos y no para ayudar a construir una IV T con ética y con valores democráticos en Tamaulipas.
¿Para qué esperar el juicio de procedencia?
Ya lo dijo su pariente: el que nada debe, nada teme.
El daño no es para ella; es para el movimiento que impulsa su lejano tío. Por 20 mil pesos, entregó su alma al diablo.
Mucho cinismo, para tan poca diputada.
Otro auto-golpe de la IV T en el Congreso local.
De una u otra forma, se suma a los diputados traidores guindos que entregaron la mayoría parlamentaria al PAN: tiene rebosante de mierda, la coordinación del grupo parlamentario de MORENA en la arena legislativa de Tamaulipas.

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