CONFIDENCIAL…………………………………………….POR ; ROGELIO RODRIGUEZ MENDOZA

 

CONFIDENCIAL

Por ROGELIO RODRIGUEZ MENDOZA.

 

 

La violencia se asoma

 

VA DE NUEVO. – Hoy los diputados que integran la 65 legislatura local intentarán, por segunda ocasión, reanudar la sesión que dejaron “tirada” desde el pasado uno de febrero.

Ya sabemos lo que ocurrió el miércoles anterior, cuando los legisladores de Morena decidieron no acudir al salón de Plenos, porque ante la ausencia de dos compañeras estaban en inferioridad numérica ante el PAN y PRI.

¿Hoy si asistirán al recinto legislativo? Esa es la interrogante que surge obligada ante el comportamiento caprichoso que han adoptado los diputados que conforman la 65 legislatura.

Independientemente de lo que suceda este martes, un hecho inobjetable es que, el pleito que se traen las bancadas de Morena y el PAN ha contribuido a deteriorar todavía más la imagen de un diputado frente a la sociedad.

Más que hacedores de leyes o gestores de soluciones a la problemática social, unos y otros siguen empecinados en erigirse como defensores de oficio de los gobiernos federal, en el caso de los morenistas, y del estatal, los panistas.

En esa dinámica de confrontación, se olvidan por completo del ciudadano, que, con su voto, les permitió obtener su curul.

Lo paradójico de todo es que, durante los debates en la tribuna lo que más reclaman es la independencia del Poder Legislativo frente al Poder Ejecutivo, cuando son ellos mismos quienes vulneran esa autonomía que les da la Constitución, al defender, respectivamente, hasta con las uñas, al presidente, Andrés Manuel López Obrador, y al gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca.

PROTOCOLO SOSPECHOSO. – El pasado 17 de enero, ante el alarmante incremento de contagios de Covid-19, la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, presidida por Morena, implementó un protocolo sanitario que incluyó medidas restrictivas hacia la tarea que realizan los periodistas que cubren la fuente legislativa.

Se les cerró las salas de prensa; se les impusieron límites de tiempo para entrevistas, y hasta se les exigió que llevaran protegidos sus instrumentos de trabajo.

Resulta, sin embargo, que, a casi un mes de distancia, y a pesar de que el semáforo epidemiológico cambio de rojo a amarillo porque la incidencia de contagios ha decrecido abruptamente, Morena sigue empecinado en mantener las restricciones.

Inevitablemente el hecho llama a la sospecha. Pareciera que no quieren que los reporteros permanezcan demasiado tiempo en el edificio sede del Poder Legislativo, como si con ello pretendieran evitar que se publiciten los escándalos que se suscitan cada semana.

Será interesante saber lo que opina al respecto el presidente de la Jucopo y coordinador de la bancada de Morena, Armando Zertuche Zuani, de quien dependió la autorización para la implementación del protocolo y, en consecuencia, de quien debe salir la orden para que se cancele.

EXCESOS PRESIDENCIALES. -El presidente, Andrés Manuel López Obrador, está enloquecido. Literalmente, así es.

Sus reacciones y declaraciones en cada mañanera dibujan a un mandatario carente de cordura, rebasado completamente por sus emociones, y olvidado o distraído de su tarea principal que es la de gobernar.

Así, por ejemplo, toda la semana anterior, y este lunes, se dedicó a arremeter contra el periodista Carlos Loret de Mola, enfurecido por el reportaje que evidenció la vida de lujos que uno de sus hijos mantiene en Estados Unidos, lo cual echó por tierra el discurso de austeridad con que está cimentada la llamada “Cuarta Transformación”.

También abrió otro conflicto diplomático contra el gobierno español, y no ha dejado de avivar sus embestidas contra un enemigo imaginario, a quien llama el conservadurismo o la mafia del poder.

En sus afanes de venganza, o de confrontar a quienes critican su gestión, el presidente no se detiene para usar las instituciones a su antojo, violando impune y flagrantemente las leyes.

En esas condiciones, y más allá de preferencias o antipatías partidistas, queda claro que todos deberíamos estar preocupados por una eventual descomposición social.

Son tantos y recurrentes los excesos en el ejercicio del poder por parte de López Obrador, que la polarización social alcanza ya niveles de alarma, a tal punto que, en cualquier momento pueden provocar brotes de violencia en el país.

Ojalá y que nos equivoquemos con esa predicción, pero pareciera que el hecho es inevitable frente a la terquedad de un mandatario que se siente dueño del país entero, a grado tal que cada decisión que toma la asume como si fuera la de todos los mexicanos.

ASI ANDAN LAS COSAS.

roger_rogelio@hotmail.com

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